-
Para ser un guerrero espiritual, uno debe tener el corazón roto; sin un corazón roto y el sentido de la ternura y la vulnerabilidad, tu guerrero no es digno de confianza.
Para ser un guerrero espiritual, uno debe tener el corazón roto; sin un corazón roto y el sentido de la ternura y la vulnerabilidad, tu guerrero no es digno de confianza.