Cuando estuve en New York oí a mucha gente decir que la industria del cine independiente estaba en graves problemas. Reflexioné sobre ello cuando volví a casa. Me di cuenta de que, desde que empecé a hacer cine, la gente ha estado diciendo lo mismo. Pero de alguna manera sigue adelante. Los cineastas siguen adelante. Necesitamos historias para dar sentido al mundo y algunas personas como yo nos sentimos impulsadas a contarlas. Tengo fe en que siempre será posible.