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No me interesan en absoluto los orígenes de Stonehenge. No me importa la verdadera historia que hay detrás ni si debería salvarse o no. Lo que me interesa es lo siguiente: en la época victoriana, podías ir allí como turista cultural precoz y te daban un cincel para que arrancaras un trozo de las piedras y te lo llevaras. Eso es lo que se hacía en la época victoriana.