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No podemos protegernos de los problemas, pero podemos bailar por los charcos de la vida con una sonrisa de arco iris, girando el único paraguas que necesitamos: el paraguas del amor de Dios.
No podemos protegernos de los problemas, pero podemos bailar por los charcos de la vida con una sonrisa de arco iris, girando el único paraguas que necesitamos: el paraguas del amor de Dios.