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  • El Engañador puede magnificar un pequeño pecado con el propósito de hacer que uno se preocupe, torture y mate con él. Por eso el cristiano debe aprender a no dejar que nadie le cree fácilmente una mala conciencia. Más bien, que diga: "Este error y esta falta pasan con mis otras imperfecciones y pecados, que debo incluir en el artículo de fe: Creo en el perdón de los pecados.