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Nadie es imprescindible para nadie. Te imaginas que eres necesaria para él o que se pondrá muy triste si le dejas, pero seguro que si lo haces, en tres meses habrá encajado otra cara en tu papel y verás que nadie sufre por tu ausencia. Debes sentirte libre para hacer lo que te parezca mejor. Ser la enfermera de alguien no es forma de vivir si no eres capaz de hacer otra cosa. Tienes que decir algo por ti mismo y debes pensar, ante todo, en eso.