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Tengo treinta y seis años y he estado casada una vez y él me dejó y no quiero volver a sentirme así. Como si no pudiera ser vulnerable. No puedo relajarme. Es agotador, estar siempre a la defensiva, mantener la guardia alta. Me siento como en Cuba.
Tengo treinta y seis años y he estado casada una vez y él me dejó y no quiero volver a sentirme así. Como si no pudiera ser vulnerable. No puedo relajarme. Es agotador, estar siempre a la defensiva, mantener la guardia alta. Me siento como en Cuba.