Autores:
  • Tenemos en nuestros brazos a la nueva generación. Vienen a esta tierra con importantes responsabilidades y grandes capacidades espirituales. No podemos ser indiferentes a la hora de prepararlos. Nuestro reto como padres y maestros no es crear un núcleo espiritual en sus almas, sino más bien avivar la llama de su núcleo espiritual ya encendido con el fuego de su fe premortal.