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Sólo el gran dolor es, como maestro de la gran sospecha, el último liberador del espíritu... Dudo que ese dolor nos mejore, pero sí sé que nos profundiza.
Sólo el gran dolor es, como maestro de la gran sospecha, el último liberador del espíritu... Dudo que ese dolor nos mejore, pero sí sé que nos profundiza.