Las reformas desafían los principios del comercio moderno. Desembolsas grandes sumas de dinero a personas sobre las que no tienes autoridad ni poder, pero esas mismas personas insinúan constantemente que eres un tacaño. (Me recordó a la medicina, otro ámbito en el que desembolsas grandes sumas de dinero a personas sobre las que no tienes autoridad ni poder, que te hacen sentir culpable por cuestionar una factura). Los obreros de la construcción son la versión obrera de los estirados vendedores de Gucci, que ganan 8 dólares la hora pero te miran por encima del hombro si te niegas a comprar una cartera de cocodrilo de 400 dólares.