Hay que tener en cuenta el carácter individual y subjetivo de cada caso. No hay dos iguales y no hay razón para esperar que lo sean. Cada hombre o mujer debe encontrar por sí mismo aquella ocupación en la que el trabajo duro y las largas horas le hagan feliz. Por el contrario, si buscas menos horas, más vacaciones y una jubilación anticipada, estás en el trabajo equivocado. Quizá debería dedicarse a atracar bancos. O trabajar en un espectáculo. O incluso a la política.