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Siempre me ha gustado el mundo de la belleza. Desde niña miraba revistas y usaba fragancias y probaba muestras y sets. Trabajé en Clinique en el departamento creativo durante un verano en el instituto. Y cuando terminé la universidad, trabajé en Prescriptives. Mi tío [Leonard Lauder, presidente emérito de Estée Lauder Companies] quería que trabajara en una marca pequeña para averiguar qué parte de la empresa me gustaba. Descubrí que me apasionaba el proceso creativo, el desarrollo de productos, crear un concepto en torno a una fragancia o una barra de labios.