Autores:
  • Las personas que no rezan se aíslan del poder imperante de Dios, y el resultado frecuente es el sentimiento familiar de sentirse abrumado, invadido, abatido, empujado, derrotado. Un número sorprendente de personas están dispuestas a conformarse con vidas así.

    Bill Hybels, Dale Larsen, Sandy Larsen (1994). “Prayer: Too Busy Not to Pray”, p.11, InterVarsity Press