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¡Oh, si el alma que sufre supiera cómo es amada por Dios, moriría de alegría y de exceso de felicidad! Algún día conoceremos el valor del sufrimiento, pero entonces ya no podremos sufrir. El momento presente es nuestro.
¡Oh, si el alma que sufre supiera cómo es amada por Dios, moriría de alegría y de exceso de felicidad! Algún día conoceremos el valor del sufrimiento, pero entonces ya no podremos sufrir. El momento presente es nuestro.