-
Aquí no hay ningún problema constitucional. El mandato de la Constitución es claro. No hay ninguna cuestión moral. Está mal -muy mal- negar a cualquiera de sus conciudadanos estadounidenses el derecho a votar en este país. No se trata de los derechos de los Estados ni de los derechos nacionales. Sólo existe la lucha por los derechos humanos.