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El aire era lo bastante fresco como para que el cálido sol resultara agradable en la espalda y los hombros, y tan claro que la vista podía seguir a un halcón hacia arriba y hacia arriba, hasta las profundidades azules y resplandecientes del cielo.
El aire era lo bastante fresco como para que el cálido sol resultara agradable en la espalda y los hombros, y tan claro que la vista podía seguir a un halcón hacia arriba y hacia arriba, hasta las profundidades azules y resplandecientes del cielo.