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  • Nuestras panaceas curan pocas enfermedades, nuestros hospitales generales son privados y exclusivos. Debemos establecer otra Hygeia de la que ahora se venera. ¿Acaso los curanderos no prescriben pequeñas dosis para los niños, mayores para los adultos y aún mayores para bueyes y caballos? Recordemos que debemos prescribir para el globo mismo.

    Henry David Thoreau (2002). “The Essays of Henry D. Thoreau: Selected and Edited by Lewis Hyde”, p.164, Macmillan