Olvidar a alguien es un proceso de duelo. Lloras la pérdida de la relación, y eso sólo se acelera con el "Ojos que no ven, corazón que no siente". Pero cuando sales a la calle y lo ves en una valla publicitaria, en la tele o en la portada de una revista, se reabre la herida. Es un problema de clase alta, pero es real.