-
Somos libres cuando no somos esclavos de nuestros impulsos, sino sus dueños. Tomando distancia interior, nos convertimos así en autores de nuestros propios dramas en lugar de personajes de los mismos.
Somos libres cuando no somos esclavos de nuestros impulsos, sino sus dueños. Tomando distancia interior, nos convertimos así en autores de nuestros propios dramas en lugar de personajes de los mismos.