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Nunca permitas que ningún pensamiento innecesario o vano ocupe tu mente. Esto es más fácil decirlo que hacerlo. No puedes dejar tu mente en blanco de una sola vez. Así que al principio trata de evitar los pensamientos malos u ociosos ocupando tu mente con el análisis de tus propias faltas, o la contemplación de los Perfectos.