La gente de fuera piensa que Silicon Valley es una historia de éxito, pero en realidad es un cementerio. El fracaso es la mayor fortaleza de Silicon Valley. Cada producto o empresa que fracasa es una lección almacenada en la memoria colectiva del país. No sólo no estigmatizamos el fracaso, a veces incluso lo admiramos. De hecho, a los inversores de capital riesgo les gusta ver un poco de fracaso en los currículos de los empresarios.