Cantar 'Blowin' in the Wind' en todos los lugares en los que hemos estado adquiere un significado diferente en todas partes. Cuando cantas la frase "¿Cuántos años puede existir un pueblo antes de que se le permita ser libre?" en el patio de una cárcel para presos políticos en El Salvador; si se la has cantado a un grupo de organizadores sindicales, que han estado todos en la cárcel, en Corea del Sur; si se la has cantado a judíos en la Unión Soviética a los que se les ha denegado el visado de salida; si la has cantado con el obispo Tutu protestando contra el apartheid, la canción respira, vive, tiene una vigencia contemporánea.