No cabe duda de que hay algo en la relación psicológica entre suegra y yerno que genera hostilidad entre ellos y dificulta su convivencia. Pero el hecho de que en las sociedades civilizadas las suegras sean un tema favorito para las bromas me parece sugerir que la relación emocional implicada incluye componentes muy contrastados. Es decir, creo que se trata de una relación "ambivalente", compuesta de impulsos conflictivos afectuosos y hostiles.