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Si se descubre que su teoría va en contra de la segunda ley de la termodinámica, no le doy ninguna esperanza; no le queda más remedio que derrumbarse en la más profunda humillación.
Si se descubre que su teoría va en contra de la segunda ley de la termodinámica, no le doy ninguna esperanza; no le queda más remedio que derrumbarse en la más profunda humillación.