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Creo que me metí en el mundo de la interpretación porque no tenía mucho más que hacer. Supongo que buscaba algo que me supusiera un reto. Oí hablar del mundo del teatro londinense y era muy diferente a mi educación y me pareció un reto. Me contaron que en las escuelas de teatro de Londres se presentan 6.000 personas y que en cada una de ellas se aceptan 30. Me dije: "Sí. Yo estaba como, "Sí. Vamos a ver si podemos hacer eso! "