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No tengo nada de qué quejarme... excepto quizá de que la gente se pregunte si una reina como yo puede ser lo bastante marimacho como para hacer de heterosexual convincente.
No tengo nada de qué quejarme... excepto quizá de que la gente se pregunte si una reina como yo puede ser lo bastante marimacho como para hacer de heterosexual convincente.