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La lección más importante que podemos aprender es cómo rezar. Las oraciones no mueren, las oraciones viven ante Dios, y el corazón de Dios está puesto en ellas.
La lección más importante que podemos aprender es cómo rezar. Las oraciones no mueren, las oraciones viven ante Dios, y el corazón de Dios está puesto en ellas.