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Cada sesión a la que asiste el analista no debe tener historia ni futuro. Lo que se "sabe" del paciente ya no tiene importancia: o es falso o es irrelevante. Si es "conocido" por el paciente y el analista, es obsoleto..... El único punto de importancia en cualquier sesión es lo desconocido. No hay que permitir que nada nos distraiga de intuirlo. En toda sesión se produce una evolución. De la oscuridad y la falta de forma surge algo.