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Lo que el hombre sobrio guarda en su pecho, el borracho lo suelta por los labios. Las personas astutas, cuando quieren averiguar el verdadero carácter de un hombre, lo emborrachan.
Lo que el hombre sobrio guarda en su pecho, el borracho lo suelta por los labios. Las personas astutas, cuando quieren averiguar el verdadero carácter de un hombre, lo emborrachan.