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No digo piensa como yo pienso, sino piensa a mi manera. No temas a las sombras, y menos a ese gran espectro de la infelicidad personal que ata a medio mundo a la ortodoxia.
No digo piensa como yo pienso, sino piensa a mi manera. No temas a las sombras, y menos a ese gran espectro de la infelicidad personal que ata a medio mundo a la ortodoxia.