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No se trata de mí. El poder está en Dios, está en el mensaje, y ahora me doy cuenta de que tengo que hablar de ello... Dios utiliza a personas imperfectas para difundir el mensaje de su Hijo; si puede utilizarme a mí, puede utilizar a cualquiera. Todo lo que haces en la vida se convierte en la plataforma de tu fe.