-
Tu trabajo es un asunto muy sagrado. Dios se deleita en él y, a través de él, quiere otorgarte sus mejores bendiciones. Este elogio del trabajo debe inscribirse en todas las herramientas, en la frente y en los rostros que sudan por trabajar.
Tu trabajo es un asunto muy sagrado. Dios se deleita en él y, a través de él, quiere otorgarte sus mejores bendiciones. Este elogio del trabajo debe inscribirse en todas las herramientas, en la frente y en los rostros que sudan por trabajar.