Ningún segmento de la población ha perdido más por las agendas de los grupos liberales del Partido Demócrata que la población negra. Los sindicatos de profesores, los fanáticos ecologistas y la ACLU son sólo algunos de los grupos a cuyos intereses se ha sacrificado a los negros al por mayor. La pésima educación y los altos índices de delincuencia en los guetos, y las viviendas inasequibles en otros lugares con restricciones de construcción, son precios devastadores a pagar por el liberalismo.