-
¿Tiene algo bueno la corrección política? Sí, porque nos hace reexaminar actitudes, y eso siempre es útil. El problema es que, con todos los movimientos populares, la franja lunática deja rápidamente de serlo; la cola empieza a menear al perro. Por cada mujer u hombre que utiliza la idea de examinar nuestros supuestos de forma tranquila y sensata, hay veinte agitadores cuyo verdadero motivo es el deseo de poder sobre los demás. El hecho de que se consideren antirracistas, feministas o lo que sea no les hace menos chusma.