Ya no existe una mente cristiana... el cristiano moderno ha sucumbido a la secularización. Acepta la religión - su moralidad, su culto, su cultura espiritual; pero rechaza la visión religiosa de la vida, la visión que sitúa todas las cuestiones terrenales en el contexto de lo eterno, la visión que relaciona todos los problemas humanos sociales, políticos, culturales con los fundamentos doctrinales de la fe cristiana, la visión que ve todas las cosas aquí abajo en términos de supremacía de Dios y transitoriedad de la tierra, en términos de Cielo e Infierno.