Existe un fármaco seguro y no tóxico llamado naloxona que puede revertir instantáneamente la sobredosis de opiáceos y evitar la mayoría de estas muertes. Pero la guerra contra las drogas interfiere en la salvación de las víctimas de sobredosis de dos maneras: en primer lugar, como los testigos de sobredosis temen ser procesados, a menudo no piden ayuda hasta que es demasiado tarde. En segundo lugar, debido a que la guerra contra las drogas apoya la creencia de que hacer que la naloxona esté disponible sin receta o con las recetas de opiáceos fomentaría el consumo de drogas, el antídoto sólo está disponible a través de programas de reducción de daños como los intercambios de agujas o en algunos programas estatales dirigidos a los consumidores de drogas.