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  • Mientras Cindy Sheehan ganaba la simpatía del público como la madre Estrella de Oro contra la matanza en Irak, el partido republicano decidió importar un blanco más fácil al que atizar. Así que trajeron a un fundamentalista religioso adicto al crack del "yo-saludo-tu-valor, Saddam" que no puede decirnos dónde fue el dinero.