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Siempre he creído que si necesitas quitarte la ropa para conquistar a tu hombre, has empezado a perder la batalla. Si lo haces bien, puedes hacerlo con mucha clase... Ser sexy tiene que ver con la sugerencia, con la provocación. No se trata de ser obvio y forzarte a salir a la luz. Eso le quita toda la gracia a ser una mujer.