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Cada día me vuelvo más salvaje, como si me alimentara de carne cruda, y mi mansedumbre es sólo el reposo de la indomabilidad. Sueño con mirar al exterior en verano y en invierno, con mirada libre, desde la ladera de alguna montaña,... ser la naturaleza mirando a la naturaleza con tan fácil simpatía como la hierba de ojos azules en el prado mira a la cara del cielo. Desde un lugar tan recóndito me gustaría tener pensamientos sublimes todos los días, como la planta tiene hojas.