-
Vale la pena vivir respetablemente con nosotros mismos. Podemos llevarnos bien con un vecino, incluso con un compañero de cama, a quien respetamos muy poco; pero en cuanto llegamos a esto, que no nos respetamos a nosotros mismos, entonces no nos llevamos bien en absoluto, no importa cuánto dinero nos paguen por detenernos.