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  • Entraba en la escuela, olía ese olor institucional a sopa de tomate, mantequilla de cacahuete, desinfectante y baño de chicos. Pasaba por el comedor y veía a la señora del comedor con el vestido blanco y una redecilla en el pelo. Al cabo de 50 años de distinguido servicio, el Consejo de Educación le entrega una redecilla de bronce con su nombre. Se debe a la norma del Consejo de Educación de mantener su pelo fuera de la comida.