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Siempre que como en un restaurante no me pongo la servilleta en el regazo. La gente dice: "Hannibal, ¿por qué no te pones la servilleta en el regazo?". Porque creo en mí mismo. Creo en mi capacidad de no derramar comida en mis pantalones porque soy un maldito adulto. Y domino el arte de llevar la comida del plato a la boca sin ensuciarme los vaqueros. Tú también tienes que creer en ti misma y organizar tu vida, eso es para los bebés. Ten un poco de confianza en tus habilidades para comer y en tu coordinación mano-ojo.