-
Mi mujer me regaló un libro antes de casarnos, Oh, the Places You'll Go, de Dr. Seuss. Intentaba decirme algo sobre lo que yo era capaz de hacer, pero no lo entendí. Con el tiempo, he vivido más o menos el mensaje de ese libro, y no podría haberlo hecho sin lo que me enseñó el golf. Así que lo puse en mi bolsa mientras jugaba en el Old Course, y en el último hoyo, cuando posé en el puente Swilcan, lo sostuve en alto.