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Cada película tiene sus procesos. No significa que todas las películas de animación tengan que ser como "El niño y el mundo", pero los creadores tienen que tener total libertad. Hay películas que nacen con el propósito de vender. Siguen siendo películas admirables con grandes artistas y grandes efectos visuales, pero nosotros queríamos utilizar un enfoque más radical para crear arte. Eso es lo que intentamos hacer.