-
Sinceramente, es cuestión de suerte. Si te sientes cómodo con el actor al que te enfrentas, eso acaba con muchas de esas inseguridades y puedes decir: "Vale, confío en esta persona, la respeto y sé que me respeta", y entonces puedes dejarte llevar. Cuando eso no existe, es mucho más difícil dejarse llevar.