Volvamos a 1948, cuando la Asociación Médica Británica denunció a Aneurin Bevan como "un aspirante al Führer" por querer que se unieran a un Servicio Nacional de Salud. Y el propio Bevan describió a la BMA como "gente políticamente envenenada". Una encuesta de la época mostraba que sólo el 10 por ciento de los médicos apoyaba los planes... Pero, ¿dónde estaríamos hoy si mis predecesores hubieran cedido?