Autores:
  • Cualquier fotógrafo que se precie -es decir, cualquier fotógrafo de calibre profesional, que controle su oficio, independientemente de su inclinación imaginativa- puede hacer que prácticamente cualquier cosa parezca buena. Lo que significa, por supuesto, que puede hacer que prácticamente cualquier cosa parezca mala, o que parezca cualquier cosa. Después de todo, ése es el verdadero trabajo de la fotografía: hacer que las cosas parezcan, decidir cómo deben aparecer en la imagen.