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Mi trabajo está lleno de riesgos, amenazas, violencia ocasional y, a veces, la locura necesaria que a veces provoca la humillación y el ridículo. Pero no me importa. Me considero el decano de los paparazzi estadounidenses.
Mi trabajo está lleno de riesgos, amenazas, violencia ocasional y, a veces, la locura necesaria que a veces provoca la humillación y el ridículo. Pero no me importa. Me considero el decano de los paparazzi estadounidenses.