Antes se utilizaba el mito de que la fotografía no miente para encubrir trucos. Si te [hago] un retrato, te acomodo, te ilumino, te maquillo o uso un filtro, ¿no estoy manipulando la realidad? La única diferencia es que ahora puedo hacerlo desde el ordenador en el postclic en lugar del preclic. Si decido fotografiar algo en lugar de otra cosa, también manipulo la realidad. Por supuesto que una fotografía puede mentir o cometer abusos, pero siempre ha podido.