Autores:
  • Seguramente nuestros errores no son cosas tan terriblemente solemnes. En un mundo en el que estamos tan seguros de incurrir en ellos a pesar de todas nuestras precauciones, una cierta ligereza de corazón parece más saludable que este excesivo nerviosismo por ellos.

    William James (1956). “The Will to Believe: And Other Essays in Popular Philosophy, and Human Immortality”, p.19, Courier Corporation